Cada 30 de noviembre desde 2012 se celebra el Día de la Acuicultura, una iniciativa con la que se busca trasladar a la sociedad la importancia de esta forma de cultivo en nuestro país y el compromiso de éste con el desarrollo sostenible, la I+D+i y la creación de riqueza y bienestar tanto en las zonas rurales como en los litorales.
Esta celebración es una excelente oportunidad para poner de relieve la I+D+i como elemento clave para avanzar en todos los campos y en la ansiada mejora de la sostenibilidad en materia de acuicultura, así como de la importancia de las distintas líneas de financiación y su continuidad futura, dado que suponen un impulso a la sostenibilidad pesquera y acuícola de la mano del Fondo Europeo Marítimo de Pesca y Acuicultura (Programa FEMPA).
Este sector tan ligado al agua tiene el gran reto de poder identificar acciones para minimizar el impacto de fenómenos como olas de calor, sequías o episodios de caudal extremo consecuencia de riadas y desbordamientos. Por eso es importante analizar cuáles serían las mejores estrategias ante este tipo de circunstancias: la modificación de condiciones de cultivo (densidades, caudal), implementación de nuevos equipamientos (control de la temperatura con enfriadoras, aireadores), tecnologías (sistemas de recirculación) y uso de vacunas orales que además de amortiguar episodios de mortalidad, no alteran el bienestar de los peces porque no se les somete a un manejo adicional, que sí está presente con el uso de vacunas tradicionales.
Programa
Para festejar esta fecha tan señalada, el Centro de Investigación deAcuicultura de Segovia ha celebrado durante los días 28 y 29 de noviembre dos jornadas con numerosas actividades, tras ser escogido como sede por el Consejo de Dirección de la Sociedad Española de Acuicultura “por la solvencia de su propuesta en cuanto a recursos en infraestructuras para alojar el evento, programa detallado, previsión económica, apoyo de las instituciones y trayectoria científica y de transferencia en el sector de la acuicultura”.
De esta forma, la celebración, que este año adquiere dimensión nacional, se centró en su primera jornada, en actividades dirigidas exclusivamente a miembros de la Sociedad Española de Acuicultura (SEA), mientras que en la del viernes, que tuvo lugar en el Centro Nacional de Educación Ambiental (CENEAM) de Valsaín, el público general tuvo la oportunidad de acercarse para conocer más de cerca la labor que se realiza para impulsar este sector.
Así, el jueves comenzó con la reunión de expresidentes, que se realizó de forma paralela a la asamblea de Jóvenes Investigadores y Estudiantes (JIE-SEA), una oportunidad de juntar en un mismo espacio el pasado el presente y el futuro de la investigación de la acuicultura, en una situación que favoreció el intercambio de ideas entre los veteranos del sector y las nuevas generaciones, ansiosas por compartir nuevas ideas que puedan hacer avanzar la acuicultura.
También se llevó a cabo posteriormente la asamblea extraordinaria de los socios para la elección de nuevos cargos del Consejo de Dirección y presentación del próximo Congreso Nacional de Acuicultura que tendrá lugar en Vigo en 2026.
Más tarde, los socios de la SEA tuvieron el privilegio de disfrutar de una visita a las instalaciones del Centro de Acuicultura, donde pudieron apreciar la labor que se lleva a cabo en el mismo para garantizar una producción de calidad.
No obstante, la jornada más interesante, tanto para quienes pertenecen al sector como para quienes simplemente sienten curiosidad o inquietud por el mismo, fue la de ayer viernes. En este día, que comenzó a las 9.30 horas con la apertura de la jornada, se otorgó el premio a la mejor tesis doctoral en acuicultura de 2023 y posteriormente, se celebró el acto central, una interesante mesa de debate bajo el título de ‘Acuicultura: desarrollo sostenible y resilente’, donde participaron algunas de las figuras más destacadas de los diferentes ámbitos del sector en España. Destacó la presencia de Ana María Larrán, responsable del Centro de Investigación en Acuicultura del ITACyL; Javier Ojeda González-Posada, gerente de la Asociación Empresarial de Acuicultura de España (Apromar); María del Mar Ortega-Villaizan, especialista en inmunología antiviral de peces por la Universidad Miguel Hernández o Javier Remiro Perlado, coordinador del área de Economía Azul Sostenible de Fundación Diversidad. Junto a ellos, estuvieron representantes de las principales empresas del sector de la acuicultura en la region, como José Luis Tejedor del Real, CEO de Dibaq Group y María Polo Alonso, propietaria de Dureronatura y Agrícola Gormaz S.L. El director de la revista Campo, Máximo Gómez, fue el encargado de moderar la mesa, que ofreció una interesante perspectiva del panorama del sector.
En la mesa se trató la relevancia de la acuicultura para proveer de alimento a la población mundial, un problema cada vez más acuciante debido al aumento de población en todo el globo. Dentro de esto, también comentaron la situación de la acuicultura como sector en expansión en Europa y como España lidera el ranking de productores europeos.
Los ponentes también hablaron de la acuicultura como actividad sostenible desde el punto de vista ambiental, económico y social. La actividad empresarial de producción de peces fue otro de los puntos candentes en la conversación y se comentó cómo esta puede estar complementada con otras actividades lúdicas relacionadas con el disfrute de la naturaleza, algo muy beneficioso a la hora de promocionar el sector entre el gran público.
Asimismo, se subrayó cómo las empresas de alimentación animal tienen sus propios departamentos de Sostenibilidad que apuestan por una acuicultura responsable clave de la seguridad alimentaria trabajando y explorando nuevas materias primas y subproductos valorizados para sacar al mercado piensos respetuosos con el medio ambiente.
El acto estuvo seguido además por el reconocimiento a la doctora Olvido Chereguini Fernández-Maqueira, por la labor realizada durante su carrera para la mejora del sector.
La jornada permitió también a los visitantes conocer una de las piscifactorías más antiguas de España y que rara vez se abre al público, la situada en los jardines del Palacio de la Granja de San Ildefonso. La profundidad gradual del estanque del Mar y sus aguas puras y de temperatura poco elevada hacen de este estanque un soberbio vivero de peces sobre todo de la especie de trucha común. Por eso en 1867 y, por iniciativa del rey consorte Francisco de Asís, se fundó el establecimiento de Piscicultura a la orilla del Mar.
Una visita única que coincide además con las celebraciones por el aniversario de los 300 años de la edificación del palacio, que dio la oportunidad de conocer a quienes realizaron esta visita la forma en que se entendía la acuicultura y la ictiología durante los siglos XIX y principios del XX y cómo, a pesar de la falta de medios y tecnología actuales, tuvieron una concepción muy similar a la que se tiene en nuestros días.
